La onicofagia es el hábito de comerse o morderse las uñas. Normalmente la onicofagia, se trata de un trastorno en el cual el paciente no deja de morderse las uñas de los dedos de las manos, que en muchas ocasiones están causadas por el estrés, la ansiedad o los nervios.
Es un acto incontrolado que en la mayoría de los casos precisa de ayuda profesional, ya que, al morderse las uñas, las personas se provocan un deterioro estructural permanente y a su vez es muy perjudicial para su salud bucodental.
Por lo tanto, morderse las uñas de forma compulsiva y permanente en el tiempo provoca serios problemas dentales:
- Deterioro de los incisivos
- Infecciones orales
- Problemas de mandíbula
- Halitosis
Si no se trata con un profesional, la onicofagia pone en riesgo la salud de nuestros dientes y la del organismo en general. Los dientes dañados dejan de cumplir su función, por lo que afecta a la mordida, a la alimentación y ello repercute en la salud del organismo.
Morderse las uñas provoca infecciones orales
Los problemas bacterianos repercuten en infecciones orales debido a la onicofagia. Las uñas contienen una gran cantidad de bacterias que se acumulan y con la entrada en la boca pueden afectar al organismo en general.
Estudios de la Universidad de Pensilvania, en el Departamento de Dermatología, han concluido que debajo de las uñas existen más bacterias que en el resto de la mano.
Las bacterias que se pueden encontrar bajo las uñas son la Candida, los Staphylococcus o la Escherichia Coli. Estas bacterias provocan vómitos y diarreas en el individuo.
El desgaste de los dientes por morderse las uñas
Está demostrado que morderse las uñas de forma continua erosiona el esmalte de los dientes. Los incisivos son los más afectados en el desgaste dental y en casos extremos se puede producir fracturas o astillados de las piezas dentales.
Problemas de mandíbula provocados al morderse las uñas
La mandíbula es otra de las grandes damnificadas cunado los individuos se muerden las uñas. Las articulaciones de la mandíbula se ven afectadas, el paciente sentirá dolor y notará grandes dificultades para masticar los alimentos.
Por lo tanto, morderse las uñas fuerza la mandíbula. El movimiento realizado en esa acción provoca forzar las articulaciones y los ligamentos de la boca, de esta forma existe una relación directa en el acto de morderse las uñas y las afecciones de la mandíbula.
La halitosis como consecuencia de morderse las uñas
Como hemos dicho antes, existe una gran cantidad de bacterias en las uñas, que tras la su mordida se llevan a la boca, lo que provoca infecciones y halitosis o mal aliento.
El mal aliento o halitosis, que afecta a un 50% de la población, se podría evitar con una buena higiene oral y si el individuo deja de morderse las uñas.
En Amora Clínica Dental en Sabadell, recomendamos tratar ese trastorno psicológico con un profesional, ya que a largo plazo produce problemas en la salud dental y en la salud en general.
Un problema que afecta a la estética del individuo, tanto en los dedos como en los dientes, y que, además, repercute en las relaciones sociales y profesionales.