El embarazo implica tomar una serie de precauciones para evitar problemas a la madre y al niño. Por ejemplo, siempre que vayas a hacerte un tratamiento médico, sea el que sea, hay que avisar de que estás embarazada o estás intentando quedarte. Y eso es extensible en tu visita al odontólogo. Por tres motivos principalmente: evitar que te hagan radiografías dentales, extremar las medidas de higiene y posponer algunos tratamientos durante el embarazo.
Además, hay que tener en cuenta que el embarazo puede provocar cambios en la cavidad bucal y existen más posibilidades de que aparezcan caries o enfermedades periodentales. Por ello, las mujeres embarazadas deben realizarse una revisión y extremar la higiene bucodental durante el embarazo para evitar gingivitis, caries y otras complicaciones.
Si te quedas embarazada y estas realizándote algún tratamiento bucodental debes visitar a nuestros dentistas en Sabadell para saber qué hay que hacer. Por ejemplo, si estas en medio de un tratamiento de ortodoncia con nuestros profesionales de la Clínica Dental Amora a priori no existe ninguna contraindicación. Solo hay que evitar las radiografías y extremar las medidas de higiene, sobre todo si es un tratamiento de ortodoncia con brackets. Los cambios hormonales pueden provocar gingivitis y ésta verse agravada por la placa. Hay que tener en cuenta que los brackets aumentan las posibilidades de retener placa si no se realiza una correcta higiene bucal. Por ello, puede ser más interesante un tratamiento con Invisalign ya que, al ser un sistema de ortodoncia removible, puedes quitarte las férulas para comer y limpiarte los dientes y así mantener una higiene bucal perfecta durante el embarazo.
Otro aspecto que debes tener en cuenta si estás embarazada es cuándo puedes hacerte el tratamiento dental. Lo mejor es no realizarse ninguno en el primer trimestre del embarazo, a no ser que sea muy necesario. Es mejor esperar al segundo trimestre, que es el más favorable. ¿Por qué? Es en el primer trimestre del embarazo cuando se van a formar el sistema nervioso central, el cerebro, el corazón y el sistema vascular del bebé y la utilización de anestesia local para algún tratamiento dental de la madre puede perjudicar al feto. En el segundo trimestre ese problema desaparece, aunque nuestros especialistas de la clínica dental Amora en Sabadell utilizarán fármacos anestésicos que no afecten al bebé. Es el momento para controlar algunas patologías que pueden aparecer y eliminar problemas potenciales que pueden surgir al final de la gestación o en el postparto.
¿Y qué pasa con el tercer trimestre del embarazo? Pues que vuelven a aparecer los riesgos relacionados con la anestesia, a lo que se suma la incomodidad o la dificultad de la madre para permanecer mucho tiempo en la misma posición. Y si eres de las que ir al dentista te genera estrés, mejor evitar esas visitas durante el tercer trimestre del embarazo.
Por ejemplo, en caso de infecciones, caries susceptibles de provocar una infección o extracciones que no pueden esperar, se pueden tratar en el primer o tercer trimestre, siempre que se tomen las precauciones oportunas. El resto de tratamientos que requieran de anestesia, como una endodoncia, implantes, un tratamiento periodental o procedimientos quirúrgicos, son desaconsejables y es mejor dejarlos para después del parto.
Y cuando decimos después del parto es literal. No existe ninguna incompatibilidad entre lactancia materna y los anestésicos locales que se utilizan en los tratamientos dentales. Es un falso mito. Los anestésicos locales solo tienen efectos en la zona donde se utilizan, no en el resto del organismo y por tanto no pasan al niño que toma pecho. Tampoco con las radiografías. Su radiación no permanece en el cuerpo y por lo tanto no pasa a la leche materna. De hecho, puede ser más peligroso no cuidar la higiene bucal por este falso mito.
