El piercing bucal y en concreto la acción de ponerse un piercing, es una práctica para perforar partes del cuerpo e insertar piezas de joyería. Son modificaciones corporales que se realizan para mostrar valores religiosos, culturales o espirituales.
Por otro lado, el piercing es un elemento que forma parte de los gustos personales, el erotismo, la moda o la identificación con algunas subculturas.
Zonas donde se coloca el piercing bucal
El piercing bucal se puede colocar en diferentes zonas:
- Labios: Se sitúa en cualquier parte del perímetro de los labios. El piercing más solicitado se coloca en el interior del labio.
- Lengua: Normalmente este piercing se realiza mediante la colocación de un barbell en mitad de la lengua.
- Otros: Existen otras ubicaciones en las cuales se puede colocar el piercing (frenillo de la lengua, campanilla o mejillas, entre otros).
Hacerse cualquiera de estos piercings afecta a la salud bucodental. Hay un alto riesgo de infección debido a agujerear zonas de la boca, ya que la boca es una zona con alto contenido en bacterias. La cicatrización de estos agujeros se hace más difícil debido a la humedad de la boca.
El piercing bucal provoca diferentes problemas bucodentales en dientes y encías. Por esa razón, los odontólogos nunca recomendamos la colocación de cualquier tipo de piercing, sea el lugar que sea. Existe una gran cantidad de enfermedades y problemas derivados de los piercings.
Problemas de salud provocados por el piercing bucal
La colocación de un piercing en la lengua afecta, no solo a la salud bucodental, también a la salud en general de las personas. Transmisión de enfermedades como el herpes o la hepatitis B o C; la endocarditis, múltiples infecciones o dermatitis son algunos ejemplos de cómo afecta de forma negativa a la salud del organismo.
La perforación del cuerpo, en este caso de partes de la cavidad oral, supone agujerear nervios y vasos sanguíneos; el efecto que provoca puede ser la inmovilización de esas zonas o el sangrado constante. Por otro lado, hay que tener especial precaución con la posible ingesta del piercing, ya que puede provocar asfixia o dañar el aparato digestivo e incluso la zona pulmonar.
Los problemas que afectan a la salud dental son los siguientes:
- Dañar la dentadura: Llevar un piercing en la boca puede provocar la rotura de algún diente. Esto es debido a que muchas veces se juega con el piercing y se golpea contra los dientes.
- Enfermedades periodontales: Existe un riesgo enorme de padecer enfermedades periodontales. El piercing daña las encías, que causa heridas y su recesión; su consecuencia son dientes sueltos e incluso la pérdida de piezas dentales.
Consejos a tener en cuenta si llevas piercing bucal
Los odontólogos no recomendamos la colocación de un piercing bucal. Si a pesar de los problemas anteriormente citados aun sigues llevando el piercing o deseas perforarte zonas de la cavidad oral, se deben tener en cuenta ciertos aspectos:
- Visita tu clínica dental: Debes ir al dentista para que el odontólogo se asegure de que todo vaya bien y no haya indicios de infecciones orales.
- Limpieza del piercing: Utiliza enjuague bucal detrás de cada comida.
- Evita el golpeo del piercing con los dientes: Puede provocar fracturas en los dientes.
- Comprobar el estado del piercing: Periódicamente se debe comprobar su estado. Hay que tener cuidado y comprobar que está bien sujeto para evitar tragarlo.
- Deporte: Se debe quitar para evitar problemas respiratorios.